Pemex y su crisis de pagos: ¿Un alivio temporal o el inicio de una solución real?
El anuncio de Pemex sobre el pago de 6,400 millones de dólares a sus proveedores en marzo y abril representa un alivio parcial para un problema que ha alcanzado niveles históricos. Si bien la presidenta de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, Rocío Abreu, asegura que este monto equivale a una cuarta parte de la deuda total con proveedores, la realidad es que el panorama sigue siendo incierto.
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2/13/20251 min read


Desde finales del 2024, los retrasos en los pagos han afectado a cientos de empresas que dependen de la petrolera estatal. Muchas de ellas, principalmente pequeñas y medianas, no han podido sostenerse ante la falta de liquidez, provocando despidos y reducción de operaciones. La Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (Amespac) ha señalado que estos retrasos han comprometido seriamente la producción de hidrocarburos líquidos, lo que se refleja en la caída del 12% en la producción de crudo de Pemex en enero.
Aunque cualquier pago es bienvenido, como han mencionado los empresarios del sector, el problema de fondo sigue sin resolverse. La administración actual ha justificado los retrasos argumentando que se realizaron revisiones de los acuerdos con Hacienda para evitar una mayor presión financiera en el corto plazo. Sin embargo, esto no exime a Pemex de su responsabilidad con sus proveedores, quienes ya han enfrentado tres trimestres sin recibir pagos.
Otro punto preocupante es la falta de certidumbre sobre la viabilidad financiera de la empresa. Pemex sigue arrastrando una deuda total superior a los 506,000 millones de pesos con sus proveedores, lo que genera dudas sobre su capacidad para cumplir con los compromisos futuros.
Si la estrategia de pago no se acompaña de un esquema financiero sólido y una mejor gestión del gasto, la petrolera seguirá en una espiral de deudas y crisis operativas. No basta con pagar una parte de la deuda; Pemex debe garantizar un flujo de pagos constante y transparente que evite la parálisis del sector energético y la incertidumbre entre sus proveedores.